viernes, 1 de febrero de 2008

Los olvidados

En estos años difíciles,
veo la flor de mi generación
delante de las puertas cerradas.
Florecen, a cambio, las ideas muertas,
y los hombres no son sino sombras de hombres.

Éste
es mi tiempo.



Cada vez veo más gente
con una venda
puesta en los ojos.

Incluso he visto gente que,
habiéndosele movido un poco,


se la vuelve a colocar correctamente.




Vivo en un mundo de gente encorvada,
pero nadie lo nota
porque todos viven de erguirse sobre alguien.

Vivo con gente que apaga la luz a las doce
y se marchita arrancando hojas al calendario,
pero se consuelan con otros
que ni siquiera saben
si estarán vivos al día siguiente.

Vivo rodeado de gente con sed,
mordiéndose constantemente los labios,
pero sólo cuando ya han comido.

Vivo subido a las palabras,
porque en ningún otro sitio
he encontrado casa.

Piedra, corazón del mundo (Antonio Orihuela)

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