miércoles, 27 de febrero de 2008

¡Rebelión!

"¿No resulta de una claridad meridiana, camaradas, que todos los males de nuestras vidas provienen de la tiranía de los seres humanos? Eliminad tan sólo al Hombre y el producto de nuestro traajo nos pertenecerá. Casi de la noche a la mañana, nos volveríamos ricos y libres. Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer? ¡Trabajar noche y día, con cuerpo y alma, para derrocar a la raza humana! Ése es mi mensaje, camaradas: ¡Rebelión! Yo no sé cuándo vendrá esa rebelión, quizá dentro de una semana o dentro de cien años; pero sí sé, tan seguro como veo esta paja bajo mis patas, que tarde o temprano se hará justicia. ¡Fijad la vista en eso, camaradas, durante los pocos años que os quedan de vida! Y, sobre todo, transmitid mi mensaje a los que vengan después, para que las futuras generaciones puedan proseguir la lucha hasta alcanzar la victoria.

Y recordad, camaradas: vuestra voluntad jamás deberá vacilar. Ningún argumento os debe desviar. Nunca hagáis caso cuando os digan que el Hombre y los animales tienen intereses comunes, que la prosperidad de uno es también la de los otros. Son mentiras. El Hombre sirve a los intereses de ningún ser exceptuando los suyos propios. Y entre nosotros los animales, que haya perfecta unidad, perfecta camaradería en la lucha. Todos los hombres son enemigos. Todos los animales son camaradas."


Rebelión en la granja, George Orwell

jueves, 21 de febrero de 2008

martes, 12 de febrero de 2008

Eso sí que me jode

Sólo el timbre del teléfono fue capaz de devolverme al planeta Tierra.
-Siiií.
-Buenos diaaaas. Le llamo del Centro de Estudios Estadísticos con motivo de un estudio general de audiencia de medios. ¿Sería tan amable de atendernos durante unos segundos?, será muy breve.
Era la voz de una chica tele-márqueting, con esa extrema dulzura que sin embargo no puede ocultar la mala leche típica del que detesta su trabajo. Pero lo peor es que el rollo de la encuesta tenía toda la pinta de ser sólo una excusa para intentar venderme algo, y eso sí que me jode.
Decidí ponérselo difícil:
-¿Una encuesta…? Qué bien: me encantan las encuestas.
-Ah, ¿sí?, pues está de suerte… ¿Me podría decir su nombre, por favor?
-Rafael Bolero.
-Rafael Bolero qué más.
-Trola: Rafael Bolero Trola.
-Muy bien, Rafael, ¿cuántos años tienes?
-Setenta y dos.
-¿Profesión?
-Pastelero.
-Pas-te-le-ro, estupendo. ¿Te gusta la música?
-Uf: horrores.
-¿Siií?: ¿y qué tipo de música?
-El Mesías de Andel y La Raspa. Por este orden.
La tía estaba empezando a titubear, pero no se dio por vencida. Todavía preguntó si oía la radio, si veía la tele, si leía periódicos y cuáles y al fin, después de soltarme el rollo entero, abordó la cuestión:
-Muy bien, Rafael… Pues mira: en agradecimiento por tu colaboración, y como veo que te gusta la música clásica, te vamos a regalar una colección de tres CDs, casets o discos completamente gratis. Sólo nos tendrás que abonar los gastos de envío: dos mil cuatrocientas doce, ¿te parece bien?
-Ay pues lo siento mucho, pero tendría que consultarlo con mi marido…
Mi voz era inequívocamente masculina, del tipo cavernoso, y la tía estaba ya alucinando. Fue el momento justo de lanzarme a saco.
-Huy, perdona, no te extrañes, es que verás, somos una pareja de hecho homosexual, ¿no sabes?, vivimos juntos desde que salimos del centro de desintoxicación y nos montamos la pastelería, va para seis meses. Y mira por dónde un cliente que también es gay y nos compra lionesas (porque, me está mal el decirlo, pero tenemos unas lionesas di-vi-nas…), pues resulta que nos inició en la Hermandad de la Luz por Antonomasia…, pero ya conoces la Hermandad, ¿supongo?
-Pues… no…
-Uh, pues tienes que conocerla. Nosotros estamos encantados. Fíjate que por las mañanas mi marido va a hacer el apostolado y yo me quedo en la pastelería; y por la tarde invertimos el turno… ¿Así que tú no has visto la Luz todavía?
-No, no…
-¡No?, pues no te apures que eso se arregla enseguida. A ver, ¿cómo te llamas?
La tía estaba ya acojonada del todo.
-No, es que…
-O mejor, mira: dame tu dirección y ya esta tarde vengo a verte y charlamos, ¿qué te parece?
-No, perdone, es que no nos permiten dar la dirección…
-¿Qué no te permiteeen…? Eso no es problema: yo inmediatamente te localizo la llamada en el ordenador y envío a una Gran Hermana Lésbica para que hable con tu jefe, ¿vale? Ah, ya me salen tus datos en la pantalla, a ver… ¿llamas de Barcelona, verdad? Si esperas un momento me saldrá enseguida la dirección exacta…
No resistió más, oí el clic del teléfono colgado a toda prisa.
Misión cumplida. Le di una larga calada al porro y me fui a poner agua a hervir para los espaguetis de excelente humor.

Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (Pablo Tusset)

jueves, 7 de febrero de 2008

Sutilezas políticas

"Sí, amigos: ha triunfado Doña Cuaresma, la del gesto agrio y estricta conducta, y no queda más remedio que plegarse al triste designio que a los alegres y buenhumorados nos depara. Pero no os deis a la melancolía: sabemos que su victoria es pasajera, porque, en el peor de los casos, representa sólo la mitad de la vida, y dentro de un año estaremos celebrando de nuevo, junto a la rediviva sardina, nuevos días de fantasía y esplendor. Madrid volverá a reír, porque ésta es ciudad fértil y risueña, que a diario se sacude la ceniza con su propio nervio y su quehacer incesante. Así pues, y como que hay otra vida, enterremos ya a la sardina, y con ella todas nuestras zozobras y quebrantos, que no hay mal que por bien no venga. Requiescat in pacem”

Alberto Ruíz Gallardón.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Uniform

there was a sense of disappointment as we left the mall
all the young people looked the same
wearing their masks of cool and indifference
commerce dressed up as rebellion'
cause we're so handsome and we're so bored
so entertain us, tell me a joke
make it long, make it last
make it cruel, just make me laugh
we can't be hurt, we can't be hurt
drink to forget your blues on the weekend
think about more things to buy
the tv taught me how to sulk and love nothing
and how to grow my hair long
'cause we're so handsome and we're so bored
so entertain us, tell me a joke
make it long, make it last
make it cruel, just make me laugh
we can't be hurt, we can't be hurt
we can't be hurt
so why do you go picking fights that you'll lose?
(when you have entertained them. when you have things to pass the time)
so why do you go thinking thoughts that are above you?
(you can be happy just playing dumb. you can be happy just playing dumb)
well i was brave (and unique), intelligent (a snowflake)
i could have been a hero
no-one can be trusted under the age of fourteen
tattoo our arms (converse shoes), cynical (?)
we tell ourselves we're different
i've gotten so good at lying to myself
(oh!)
all my pain and honour is used up
(oh! oh! oh!)
all my guns are rusted
so when you gonna realise
those are not your wrongs to right?
have another line, have another drink
i am a martyr, i just need a motive
i am a martyr, i just need a cause
i'm a believer, i just need a moment
i'm a believer, i just need a cause
we're finding it hard to break the mould
we're finding it hard to be alone
we're finding it hard to ... ourselves
we have nothing at all to say
uniform
there was a sense of disappointment as we left the mall
all the young people looked the same

lunes, 4 de febrero de 2008

Paradojas

«Un hijo de minero le preguntó a su madre: '¿Por qué no encendemos la cocina? Hace tanto frío...' 'Porque no tenemos carbón. Tu padre está en el paro, y no tenemos dinero para comprar carbón.' 'Pero, ¿por qué está en paro, mamá?' 'Porque hay demasiado carbón'»

Political Economy (A. Leontiev)

Zongo II

Expresiones esenciales:

¡Qué zongazo!: Interjección empleada cuando algo produce una gran satisfacción o sorpresa.

No por mucho madrugar, Zongo se despertará: Dícese en aquella situación que se intentan hacer las cosas antes de tiempo, anticipándote y/o con impaciencia.

Que Zongo te acompañe: Frase hecha utilizada en las despedidas para desear un buen futuro. Suele emplearse cuando el futuro es incierto o necesita suerte.

Ante el abandono de Zongo, soledad hasta el fondo: Expresión popular utilizada cuando alguien, merecidamente, se encuentra en una mala situación.

¡Zonguéate!: Palabra empleada para animar a alguien o provocar que se una a la causa del momento. Suele ser contestado con Zongado (en caso de responder afirmativamente) o No Zongueés (en caso de responder negativamente).

Cree en Zongo, siente a Zongo

Por el cine español



Cortometraje de animación ganador de los Goya: Tadeo Jones y el sótano maldito.

Lo mejor de los Goya: ganador de mejor actor protagonista, Alberto San Juan, agradeciendo su premio a la Conferencia Episcopal, para que no tarde su disolución.

Lo peor de los Goya: demasiado humor de Corbacho. ¿Qué paso con esos Goya de Animalario?

domingo, 3 de febrero de 2008

El relato más corto

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí."

El dinosaurio, Augusto Monterroso


La noche está tranquila,
pero sería una buena noche
para bajar a los políticos,
los militares y la policía
del burro.

Hacer saltar todas las cerraduras
-sí, también las del cerebro,
las de las cárceles-.

Entrar en los bancos
y quemar allí mismo todo el dinero del mundo
-como hicieron los abuelos
en Vía Layetana,
hace años,
firmemente convencidos
de haber pasado página a la Historia-.

Reunirse después en la plaza
para abolir los pronombres posesivos.

A ver quién da más
y quién pide menos.

Romper todas las cadenas
-también las invisibles
y las de oro-.

Hacer del hambre
y los ojos tristes un recuerdo del pasado.

En fin,
no olvides
hermosas cosas por hacer
en una noche tranquila
como ésta.

Piedra, corazón del mundo. (Antonio Orihuela)

sábado, 2 de febrero de 2008

Desconcierto

Cuando se abandona la lectura de un libro a la mitad, algo le ha ocurrido al libro. O al lector. Quizá a ambos. Cuando se abandona la vida a la mitad, algo le ha ocurrido a la vida. O a su usuario. Quizá a ambos. Durante una temporada fui vendedor de pisos. Lo mejor de aquel trabajo era visitar las casas vacías de cuyas virtudes tenías que convencer luego a tus clientes. Cada vez que introducía la llave en una puerta sentía una excitación semejante a la de abrir un libro. La lectura de una casa, incluso aunque esté amueblada, dura menos que la de una novela (jamás tuve la oportunidad de vender un castillo), aunque a veces más que la de un cuento. Por lo general, seguía el orden de lectura que proponía la disposición arquitectónica. Pero no siempre. En ocasiones caminaba a ciegas hasta el final del pasillo y recorría la casa al revés, como el que comienza una novela por el final. Me detenía mucho en los cuartos de baño, donde no era difícil encontrar restos curiosos de sus antiguos moradores: un peine torturado, un bote vacío de crema de manos, un cepillo de dientes con las púas aplastadas, una pestaña postiza...

De repente, un día comencé a dejar algunos pisos a medias. Al llegar al centro del pasillo era alcanzado por un desaliento mortal que me obligaba a dar la vuelta con el mismo gesto de derrota con el que decides abandonar en la página 100 una novela de 200. A veces el problema no era de la casa, ni de la novela, sino mío. La pérdida de interés por un piso que había comenzado a visitar con entusiasmo, o por un libro que había abierto con pasión, me sumía en la confusión. Lo peor, con todo, fue el descubrimiento de que puede ocurrir lo mismo con la vida. Un día, de súbito, ya no quieres abrir más puertas ni leer más capítulos. Y te mueres sin saber si la culpa fue tuya o de la puta vida. O de los dos.

Juan José Millás. (El País 01/02/08)

viernes, 1 de febrero de 2008

Los olvidados

En estos años difíciles,
veo la flor de mi generación
delante de las puertas cerradas.
Florecen, a cambio, las ideas muertas,
y los hombres no son sino sombras de hombres.

Éste
es mi tiempo.



Cada vez veo más gente
con una venda
puesta en los ojos.

Incluso he visto gente que,
habiéndosele movido un poco,


se la vuelve a colocar correctamente.




Vivo en un mundo de gente encorvada,
pero nadie lo nota
porque todos viven de erguirse sobre alguien.

Vivo con gente que apaga la luz a las doce
y se marchita arrancando hojas al calendario,
pero se consuelan con otros
que ni siquiera saben
si estarán vivos al día siguiente.

Vivo rodeado de gente con sed,
mordiéndose constantemente los labios,
pero sólo cuando ya han comido.

Vivo subido a las palabras,
porque en ningún otro sitio
he encontrado casa.

Piedra, corazón del mundo (Antonio Orihuela)