Llegas al poder. Lo alcanzas. Lo sientes. Lo saboreas. No tocas nada y lo dejas todo como está. Es realmente difícil cambiar las cosas, hace falta una situación propicia, no hay medios, no es el mejor momento. Entonces el poder te ha seducido. El dinero, la gloria, la fama fácil. El capital ha actuado, eres uno más. Mucho hablar, prometer, populizar, pero a la hora de la verdad nada. Nada de nada.
Llegas al poder. Lo alcanzas. Lo sientes. Lo saboreas. Intentas cambiar las cosas, lo que no te gusta, lo que está mal. Luchas por lo que prometiste, por el pueblo, por la sociedad. Es el momento de actuar porque la situación no da más de sí. El poder no te seduce, te seduce tener la capacidad de cambio, de mejora: ser el motor. El capital intenta actuar, pero lo aplacas, eres diferente. Ahora eres un dictador.
jueves, 3 de enero de 2008
El poder. Reflexiones.
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